¿Se puede congelar el embutido? Guía práctica para conservarlo correctamente
Congelar embutido es posible, pero no todos los tipos se comportan igual al pasar por el congelador. En esta guía práctica te explicamos cuáles sí, cuáles no, cómo hacerlo bien y qué errores evitar para mantener todo el sabor y la textura. Aunque siempre es preferible consumir los embutidos frescos y bien conservados, hay ocasiones en las que congelar puede ser una buena solución para evitar el desperdicio y alargar la vida de tus productos ibéricos.
Lista de embutidos que se pueden congelar
Congelar embutido es una solución útil si quieres evitar el desperdicio o has comprado una cantidad grande. Estos embutidos sí se pueden congelar, siempre que se sigan buenas prácticas:
Chorizo curado o fresco
Se puede congelar entero, en rodajas o envasado al vacío. El chorizo fresco también se congela muy bien si no se va a consumir pronto.
Salchichón curado
En lonchas o entero, aguanta bien la congelación si se protege adecuadamente.
Lomo embuchado o caña de lomo
Al estar curado y seco, no sufre tanto en el congelador, aunque es mejor protegerlo bien para que no se reseque.
Chorizo ibérico loncheado o al vacío
Si viene envasado al vacío, puedes congelarlo directamente. Solo asegúrate de no romper el vacío antes.
Consejo práctico: congela por raciones: Así solo descongelas lo que vas a consumir.
Estos productos pueden conservarse congelados entre 1 y 2 meses sin perder demasiado sabor ni textura, siempre que se congelen y descongelen correctamente.
Embutidos que no debes congelar (y por qué)
No todos los embutidos reaccionan igual a las bajas temperaturas. Estos, mejor no congelarlos si quieres conservar su sabor y textura:
Jamón ibérico de bellota
Su grasa se oxida con el frío extremo, lo que altera su aroma y textura. Congelarlo puede suponer una pérdida de calidad importante.
Jamón curado loncheado muy fino
Las lonchas muy finas pueden volverse quebradizas y secarse tras la congelación.
Productos ya abiertos por mucho tiempo
Si el embutido ya ha estado en la nevera varios días, congelarlo no mejora su conservación. Mejor consumirlo o desecharlo.
Nuestro consejo: Si compraste un jamón ibérico de calidad, consúmelo en un plazo razonable o sigue estas recomendaciones de conservación:
- Pieza entera sin abrir: hasta 24 meses en lugar fresco, seco y sin luz directa. Una vez abierto consumir preferiblemente antes de un mes.
- Loncheados al vacío sin abrir: hasta 365 días en frigorífico (4-10 °C). Una vez abiertos, consumir en un plazo máximo de 7 días.
Paso a paso para congelar embutidos sin perder calidad
Si decides congelar embutido, hazlo bien desde el principio para mantener el sabor, la textura y la seguridad alimentaria:
- Revisa el estado: asegúrate de que el embutido esté fresco y en buen estado antes de congelar.
- Divide en porciones: Corta en lonchas, mitades o paquetes individuales. Así solo descongelas lo que necesites.
- Envásalo correctamente:
- Usa bolsas herméticas tipo zip o film de plástico.
- Si es en lonchas, sepáralas con papel de horno para que no se peguen.
- Si está envasado al vacío (opción ideal), congela directamente así.
- Etiqueta el envase: incluye el nombre y la fecha de congelación.
- Temperatura ideal: congela a -18 °C o menos.
- Congelador limpio y ordenado: evita cambios de temperatura y sobrecarga.
¿Cuánto dura cada embutido en el congelador?
Cada tipo de embutido tiene un tiempo recomendado en el congelador para mantener su calidad:
- Chorizo fresco: 3-4 meses.
- Chorizo curado: 2-3 meses.
- Salchichón: 2 meses.
- Lomo embuchado: 2 meses.
- Jamón cocido: 1-2 meses.
- Jamones ibéricos: preferiblemente no congelar.
- Jamones serranos: preferiblemente no congelar, sino como máximo 1 mes.
- Embutidos loncheados y envasados al vacío: 1-2 meses.
Importante: Aunque puede seguir siendo seguro más tiempo, su sabor y textura se irán degradando.
Siempre que se congele un embutido, es importante saber que siempre perderá propiedades organolépticas. Por lo que cuanto menos tiempo esté congelado, mucho mejor.
Congelar un embutido correctamente nos asegura que pierda sus características lo menos posible.
¿Cómo descongelar embutido para que mantenga al máximo su sabor y textura?
Para que el embutido no pierda sabor ni se reseque, sigue este método:
- Descongela lentamente en la nevera durante al menos 12 horas.
- No lo metas en microondas ni lo dejes a temperatura ambiente.
- Atemperar antes de servir: una vez descongelado, sácalo del frío unos 10-20 minutos antes de consumir.
- Consumir pronto: no volver a congelar.
5 errores comunes al congelar embutidos, ¡evítalos!
1. Congelar sin envolver bien → se reseca, se quema o coge olores.
2. Mezclar tipos de embutido en una misma bolsa → diferentes tiempos de conservación y mezcla de sabores.
3. Congelar loncheados sin separadores → se pegan entre sí y se rompen al separar.
4. Descongelar rápidamente → se pierde sabor y se degrada la textura.
5. Congelar productos muy grasos como el jamón ibérico de bellota→ Su grasa se vuelve rancia con facilidad. Mejor conservar en condiciones óptimas.
Conservación ideal (cuando no se congela)
Aunque congelar es útil, lo mejor es conservar bien los embutidos y consumirlos frescos para disfrutar de todo su sabor. Así lo recomendamos en Puente Robles:
Embutidos enteros
- Duración: Hasta 24 meses sin abrir.
- Dónde guardar: Lugar seco, sin luz solar directa. Temperatura entre 16–25 °C.
Embutido cortado o loncheados al vacío
- Duración sin abrir: Hasta 365 días.
- Duración tras abrir: Consumir antes de 7 días.
- Dónde guardar: En frío (entre 4–10 °C). Dejar atemperar antes de servir.
Conclusión: ¿Se puede congelar el embutido?
Sí, pero con sentido común. La congelación es útil para evitar desperdicios y alargar la vida útil de muchos embutidos, especialmente si se hace bien. Aun así, siempre será mejor conservarlos en condiciones óptimas y consumirlos frescos si quieres disfrutar de todo su sabor.
En Puente Robles disponemos de diferentes formatos pensados para mejorar la conservación en casa y para que consumas los embutidos poco a poco, como sobres y piezas cortadas y envasadas al vacío. Esto permite que abras solo lo que vayas a consumir y evites congelar el embutido.
Algunos ejemplos son:
- Sobres de jamón ibérico
- Sobres de lomo ibérico embuchado
- Jamón ibérico envasado al vacío por piezas
- Pack de embutidos 100% ibéricos cortados
¡Evita congelar siempre que puedas y disfruta de todo su sabor!